Como todos sabemos la presion fiscal hace estragos en la rentabilidad del sector agropecuario. Atrás del productor –o, mejor dicho, adelante- vienen los fiscos nacionales, provinciales y municipales que lo esquilman, quitándole todo o al menos gran parte de su rédito.  Los resultados del estudio de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), concluyó que para el pasado año 2014, el porcentual de la ganancia que se lleva el estado del sector rural es superior al 80%.

Ello coincidió con detallados estudios de la conocida Revista Márgenes Agropecuarios.Los productores rurales se esfuerzan diariamente en buscar nuevas tecnologías, intercambiar opiniones con otros pares en grupos de estudio de casos reales, sufren los avatares del clima y las rutas, y todo para mejorar rindes y lograr una mayor ganancia a pesar de los vaivenes de esta actividad; todo ello está muy bien y deben seguir haciéndolo. Como el panorama económico actual es preocupante deben dedicarse más aún en cuidar su relativa y cícilica rentabilidad.        

Ante esta situación incontrastable, al productor argentino le queda como única alternativa capacitarse. Lo hace muy bien en los temas agronómicos, pero también le recomendamos una mayor dedicación en los aspectos tributarios. Nadie pretende ni espera que sus conocimientos se acerquen o sean superiores  a los de un profesional en Ciencias Económicas, que se dedica diariamente a lidiar con los impuestos y se ha preparado siempre para esa función. Sin embargo, consideramos imprescindible que el productor adquiera conceptos impositivos esenciales. Ello le permitirá tomar decisiones complejas con su contador o abogado, al comprender la esencia de los tributos y sus consecuencias en las opciones tomadas.Un ejemplo relevante se ha presentado en los últimos períodos fiscales con el impuesto sobre los bienes personales.

Resultó y resulta indispensable definir qué actitud tomar frente a las disímiles interpretaciones del fisco y de los jueces en relacion al inmueble rural.La conflictividad tributaria respecto del agro se ha incrementado en forma exponencial. Ello ocurre por la maraña de normas, las exigencias formales y los riesgos permanentes que debe asumir el productor.

Es bien sabido que las pesadas obligaciones fiscales traen enojo, preocupación e impotencia al productor. Contra todo ello la única opción es actuar y para ello es necesario conocer, informarse y armarse de paciencia.  Las decisiones de orden fiscal las debe tomar el empresario en conjunto con su profesional de confianza y, para ello, debe comprender la esencia de cada tributo. Es engorroso y aburrido, ya lo sabemos todos, pero fundamental a la hora de cuidar la riqueza lograda.

La opinión del fisco en cada caso en particular debe contemplarse a la hora de tomar decisiones. El material que aporta es frondoso aunque muchas veces cuestionable pero es importante tener en cuenta su pensamiento para anticiparse a los problemas o inconvenientes tanto legales como tributarios.

Sin embargo, en este libro no serán comentados los dictámenes del fisco para no excedernos en espacio y tratarse de pretensiones distintas a las buscadas por nosotros.   Por su parte los fiscos tanto nacionales como provinciales , han trasladado todas las obligaciones de información a los contribuyentesy han fijado sanciones de todo tipo. Entre los castigos están  multas pecuniarias, suspensiones o exclusiones de registros que implican retenciones de IVA y ganancias, sin equidad alguna.

Dicho esto, quiero comentarles que en el año 2014, fui invitado por la escuela de negocios de la Universidad Católica Argentina, por sugerencia del Ing. Ricardo Bindi, para ser director del Programa de Impuesto para empresarios del Agro (PIPEA ). Oportunamente  a quienes hoy integran como autores este libro que nació como idea a raiz de aquella capacitacion.

Con el criterio de tener un lenguaje llano , y sencillo dentro de lo factible, omitimos expresamente nombrar numeros de leyes, decretos y normas reglamentarias de los fiscos, como asi tampoco presentar información sobre contiendas judiciales. Para lograr una lectura más amena introdujimos gráficos, figuras y cuadros que fueron plasmados por la diseñadora gráfica Valentina Manochi. Se agregó  al capítulo de presión fiscal  una interesante información económica aportada por el Lic. Juan Del Rio, integrante de AACREA.Los textos fueron revisados por el Ing. Agrónomo Javier Bellati, a quien también agradecemos mucho su aporte.En nuestro libro hemos intentado abarcar la gran cantidad de impuestos existentes que afectan al productor.

Sabemos que es difícil, sino en ocasiones imposible, nuestra pretensión. Nuestra misión es lograr un entendimiento que permita trabajar en equipo entre el propietario, el administrador del establecimiento agropecuario y el profesional asesor impositivo.Si bien intentamos cubrir la gran mayoría de los temas impositivos del agro, expresamente comunicamos que hemos excluido el tratamiento de los contribuyentes que estén bajo el régimen del  Monotributo, debido a las diversas alternativas que presenta y en mérito a reducir la extensión del libro.Tampoco nos hemos dedicado a los aspectos previsionales y laborales, a pesar  que somos conscientes también preocupan al productor agropecuario.

Esperamos alcanzar estas metas y dejar esta obra como una herramienta útil para los productores y los profesionales del campo argentino.

No quiero terminar estas líneas sin agradecer especialmente a mi esposa y mis hijas que me han apoyado y comprendido los tiempos dedicados a este menester.