La filial en la Argentina de la empresa Procter & Gamble emitió un comunicado en el cual informó que "no persiguen prácticas fiscales e impositivas agresivas ni cuestionables", luego de que la Administración Federal de Impuestos Públicos (AFIP), la suspendiera y señalara que se detectó "sobrefacturación de importaciones por 138 millones de dólares" en esa empresa.

"P&G paga todos sus impuestos, en Argentina y en todo el mundo. Tomamos muy seriamente el cumplimiento de las leyes en la Argentina, y en todos los países en los que operamos, al igual que nuestra contribución con las comunidades en las cuales vivimos y trabajamos. No perseguimos prácticas fiscales e impositivas agresivas ni cuestionables, por cuanto las mismas no producen resultados sustentables", señaló.

Y añadió: "Valoramos nuestra relación con la Argentina y con los consumidores argentinos. Estamos trabajando con las autoridades para buscar soluciones inmediatas, de modo de poder seguir abasteciendo el mercado con nuestras marcas líderes".

El organismo recaudador suspendió el CUIT y la inscripción en el registro de importador de la multinacional por fraude fiscal, y advirtió que una de las operaciones podía considerarse como "contrabando agravado". Incluso, pidió a la Justicia prohibir la salida del país de los directivos de la compañía.